29 de julio de 2010

orgosolo


Orgosolo es un pueblo del interior de Cerdeña que, en un tiempo, fue tierra de bandidos, de secuestros y de tiros. Durante años, los asesinatos se contaban por semanas. Los sardos han sido siempre un pueblo rebelde, inconformista y contestatario ante la nación italiana. Al mismo tiempo, es un pueblo amable y dispuesto a compartir con quien lo visita los secretos de su historia, de su lengua y de su cultura. Con el tiempo, la cosa se tranquilizó y la violencia física mutó en otras formas de expresión. Los tiros dejaron de pegarse a las personas para pasar a pegarse a las farolas, las fachadas de las casas o las señales urbanas, de lo que aún queda muestras por toda la ciudad. En los años 60, la rebeldía y la defensa de su idiosincrasia comenzaron a plasmarse en los muros de sus casas a través de pinturas y textos, escritos mayoritariamente en sardo, que expresan su cultura, sus reivindicaciones, sus miedos o sus deseos. Son murales en los que se mezcla la crítica política con la representación de temas tradicionales, el estilo de la pintura mural mejicana con la inspiración en la pintura cubista de Picasso o de Fernand Lèger.

Cuando caminas por sus calles te da la impresión de hacerlo por un enorme museo al aire libre, y te encuentras con un escrito, unas manos o unos ojos al girar cada esquina. En cierto modo, te impregna ese sentir sardo que se cruza ante tu vista a cada paso y que no sabes hasta qué punto puede convertirse en fanatismo y, cuanto más tiempo pasas allí, más veces pasa por tu cabeza la idea de que quizá nunca salgas.


Más murales de Orgosolo aquí.


12 de julio de 2010

11 de julio de 2010

¿euforia o bajón?

En algo más de cinco horas tendremos la respuesta. Llevamos un mes con el Mundial a cuestas. Pasando nervios durante los partidos los más futboleros, y hasta los menos. Estos se han llevado la peor parte, porque han tenido que oír hablar del Mundial y de la selección hasta la saciedad durante estos treinta días. La cobertura informativa del asunto ha sido exhaustiva, incrementándose con cada ronda pasada. Hoy, día de la final, se puede decir que ha ocupado por completo los contenidos informativos. Como ejemplo, el programa futbolístico por excelencia, "Carrusel Deportivo", ha iniciado la previa del partido seis horas y media antes de su incio. Menos mal que todo va a terminar esta noche, para bien o para mal, aunque la resaca aún vaya a durar varios días.

Si ganamos, como ha pronosticado el pulpo Paul y un oso panda chino, esta noche España enloquecerá. La gente se echará a las calles para celebrar la victoria, las ciudades quedarán llenas de mierda y el mobiliario urbano, bastante deteriorado; quienes quieran dormir probablemente no lo consigan hasta altas horas de la noche y, aunque nuestros problemas seguirán siendo los mismos, nos olvidaremos de ellos durante unas horas. Incluso parece ser que el PIB del país puede llegar a aumentar un 1%, aliviando de modo ficticio la crisis omnipresente de los últimos meses.

Si perdemos, para muchos será lo más parecido a que se acabe el mundo. Con el partido se perderá la esperanza en que las cosas, por una vez, salgan bien; se dudará de que el esfuerzo merezca la pena y de que los méritos aseguren la recompensa. Se perderá la fe, aunque la fe sea en el fútbol, y para muchos mañana ya no tendrá sentido. Porque se habrá esfumado la ilusión, una ilusión creada por once tíos dando patadas a un balón, pero ilusión al fin y al cabo. Mañana no se pensará en la siguiente oportunidad, no se volverá a construir la ilusión desde las cenizas, como hacían los japoneses con cada templo centenario que era destruido por las llamas, sino que el país entrará en un estado de apatía y decaimiento que convertirá la crisis en un simple dolor de cabeza. Porque nosotros somos así: eufóricos para celebrar y victimistas frente a la derrota.

Así que más nos vale ganar porque, si no, vaya temporadita que se nos espera.

8 de julio de 2010

cerrado por invasión

Lo reconozco: tengo debilidad por las canciones un tanto frikis y por los vídeos musicales del mismo estilo. Por eso he decidido ir recopilando las que encuentro en un nuevo blog, "Cerrado por invasión". Os invito a visitarlo si queréis encontraros con alguna cosa "curiosa" de vez en cuando, pero no me responsabilizo de los efectos secundarios.