2 de septiembre de 2013

la diferencia entre un "sin" y un "para" es equivalente a la amplitud de miras

Comienzan a surgir compañías aéreas que habilitan "zonas sin niños" (y las cobran). ¿Por qué no habilitan una "zona PARA niños" en vez de una "zona SIN niños"? Es cuestión de cambiar el punto de vista y de ver a los niños y a las familias como viajeros y no como estorbos. 

Estoy convencida de que más de una familia pagaría un extra en el billete si considerase que de ese modo iba a poder viajar con mayor comodidad junto a sus hijos. Porque, al fin y al cabo, y salvo excepciones de padres huevazos, a nuestros hijos los aguantamos nosotros y somos nosotros quienes tratamos de que molesten lo menos posible, aunque precisamente en el transporte aéreo no nos lo pongan demasiado fácil: esperas interminables en la terminal, esperas interminables en miniautobuses hasta llegar al avión, esperas interminables para el despegue y viajes de horas enclaustrados en medio metro cuadrado sin posibilidad de acceder al pasillo y haciendo de llegar al baño una aventura. Intenta explicarle tú a un niño de tres años que se tiene que estar cuatro horas quietecito y sin molestar mirando el respaldo de un sillón que dista medio metro de la punta de su nariz. Si la mayoría de los padres no pusieran su buen hacer en tratar que sus hijos molestasen lo menos posible más de uno se habría tirado ya del avión. Y, repito, eso no quita que haya padres y madres huevazos que no se merezcan que alguien les obligase a saltar.

Las compañías aéreas se han estrujado la cabeza para habilitar zonas en las que puedes reclinarte hasta estar como en una hamaca del Caribe, te dan un antifaz para evitar que te moleste la luz y una mantita para que puedas echar una cabezada como si estuvieras en la camita de tus papás, puedes comer con servilleta de tela y cubiertos de metal, hasta elegir qué programas quieres ver en tu minipantalla personal. ¡Pero no han sido capaces ni de ofrecer un cutre cuaderno con cuatro lápices de colores a los niños que también pagan su billete para hacerles el viaje más entretenido! Que todo eso lo traigan los padres. Pues sí, señores, ya lo llevo yo, y el cuaderno de juegos, y las cartas, y el iPad y lo que haga falta. Pero si aún así mi niño les molesta, se joden, que tiene dos años y no sé si a él le molestarán los fanfarrones que cuentan su vida a risotadas al compañero de viaje, los que se quitan los zapatos y comparten al aire sus pies apestosos o los que ocupan todo su espacio vital y parte del del vecino con su cuerpo y todos sus enseres, pero a mí sí. Porque si la solución estuviera en habilitar zonas "sin" habría que fletar el triple de aviones.  

Lo único que me consuela de todo este asunto es que, aunque algunas líneas te releguen a viajar en turista aunque seas el marajá de Kapurthala si vas con tus hijos (o eso dicen), al menos van a hacer pagar a los que no quieran niños y no a los que los lleven puestos, porque ya sería lo último que faltaba. De todas formas, tiempo al tiempo, que parece ser que lo cura todo salvo la escasez de miras.

Fuente: El País (http://blogs.elpais.com/paco-nadal/2013/09/aviones-con-zonas-sin-ni%C3%B1os.html)