La mujer bala / La donna cannone
Francesco De Gregori (1983)
Lanzaré ni enorme corazón entre las estrellas un día, juró que lo haré.
Y más allá del azul de la carpa, en el azul volaré,
cuando la mujer bala se transforme en oro y plata
y coja el último tren sin pasar por la estación.
En la cara de los malvados y los soberbios resplandecerá mi nombre,
el día se detendrá a las puertas de la noche,
resaltado por el aplauso del público de pago;
una canción sonará desde la boca del cañón.
Y con las manos, amor, por las manos te cogeré,
y sin decir una palabra te llevaré a mi corazón.
Y no tendré miedo si no soy tan bella como quieres tú,
y volaremos al cielo en carne y hueso,
no regresaremos más.
Y sin hambre, y sin sed,
Y sin alas y sin red,
nos alejaremos volando.
Así la mujer bala voló misteriosamente,
completamente sola hacia un cielo negro, negro, se encaminó.
Todos cerraron los ojos en el preciso instante en el que desapareció,
otros juraron y perjuraron que jamás estuvieron allí.
Y con las manos, amor, por las manos te cogeré,
y sin decir una palabra te llevaré a mi corazón.
Y no tendré miedo si no soy tan bella como dices tú,
y volaremos al cielo en carne y hueso, no regresaremos más.
Y sin hambre, y sin sed,
Y sin alas y sin red,
nos alejaremos volando...
3 comentarios:
¡Qué bonita, Rebeca!
Nos acabas de alegrar la mañana de este funesto lunes a mis compañeros y a mí.
x;)
Peazo canción ... aunque a Alejandro no le guste.
Edhigy, me alegra haberos alegrado la mañana con una de mis canciones favoritas.
A mí sí que me parece un peazo canción... habrá que convencer a Los Planetas para que hagan una versión, a ver si así le gusta más a Alejandro...
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