Esta fotografía muestra a Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Adolf Hitler, en la Asamblea de la Liga de las Naciones celebrada en Ginebra en 1933. Goebbels aparece sentado y rodeado de sus guardaespaldas y asesores, lo que hace que su figura parezca pequeña e insignificante. Es consciente de que esa imagen, en esas condiciones, está siendo captada por un fotógrafo. Sin embargo, lo que más le molesta no es únicamente que la fotografía pueda mostrar de él una imagen alejada de la altivez y poder que muestran sus imágenes oficiales, sino que Alfred Eisenstaedt, el fotógrafo que la capta, sea judío.
Eisenstaedt emigró a Estados Unidos en 1935. Diez años después se haría mundialmente famoso por la conocida foto que muestra a un marine besando apasionadamente a una enfermera en Times Square el Día de la Victoria. Ironías de la vida.
5 comentarios:
joer... si las miradas mataran!! (escalofriante)
Ya te digo... ya le hubiera gustado a Goebbels tener esa capacidad, pero visto está que no pudieron con todo. Ahí ha quedado eso. Menudo bichejo.
¿Y la reverencia que le hace el de derecha? es inversamente proporcional a la curvatura que describe la espalda de chica... qué cosas.
Joder, eso sí que es nivel de observación...
Ná!! Se llama aburrimiento x;)
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