Hay días en los que, por mucho que lo intenta una, no se concentra ni por descuido. Ayer empecé a prepararme anímicamente para que hoy me cundiera.
mañanatetienequecundir
mañanatetienequecundir
mañanatetienequecundir
Y hoy me he levantando con el objetivo de que el día me cundiese.
Sin embargo, aquí estoy, escribiendo nada en un blog al que aporto poco de ciento a viento. Para esto hay que estar muy descentrada.
Y es que, cuando no se está, no se está. Ni que hubiera dejado de fumar.
La verdad es que no le encuentro explicación. Simplemente, no estoy en lo que debiera estar ni en ninguna parte. Bueno, estoy un ratico aquí y un ratico allá. Voy y vengo. ¿Para qué? Para nada. Para perder el tiempo.
Qué sensación más tonta.
Seguiría escribiendo pero...
no me concentro.
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