14 de agosto de 2006

ayudas a la reconstrucción

Hoy he escuchado en un informativo que Suecia tenía previsto organizar una reunión de países con el fin de recaudar fondos para la reconstrucción de Líbano.
¿Recaudar fondos? ¿Para la reconstrucción de Líbano?
Que la pague Israel, no te jode. Israel destruye a zambombazos medio país sin que nadie se lo pida y la reconstrucción la vamos a pagar los demás, ¿o qué? Aquí iría un "pues van daos", pero me temo que los que vamos a ir "daos" somos nosotros, que lo vamos a terminar pagando de nuestro bolsillo igual. Este mundo es pura hipocresía.
Las Naciones Unidas, que se reúnen para hacer el paripé mientras Israel sigue dale que te pego le digan lo que le digan; Estados Unidos, que ni condena ni intención que tiene, teniendo como tiene a los que no caben en Israel en su propia casa. Patapam. Patapum. Nosotros, a lo nuestro. A bombardear amparados en nuestro derecho a la defensa de nuestro país. Que destrocemos otro, nos la suda. Todo lo que pase más allá de la rayita de puntos del mapa nos la suda. Que luego ya llegará un país neutral como Suecia que reuna con fines solidarios a otros países que se comprometan a ayudar económicamente en la reconstrucción del desastre. La reconstrucción de lo reconstruíble, claro, porque a los cientos de muertos no los van a resucitar. Ni tampoco sus casas, ni sus rutinas diarias, ni sus vidas tal y como eran antes de recibir los bombazos.
Se destroza, se reconstruye. Con el dinero de todos. De los que no apoyan estas "estrategias defensivas", también. Y parece que con eso, todo arreglado. Pues no.
¿Cuándo vamos a dejar de hacer el hipócrita de esta manera? ¿Habrá alguna vez alguien con un par de cojones para decir que ya está bien, que esto no se puede tolerar más? ¿O seguiremos jugando a la pescadilla que se muerde la cola hasta devorarse por entero?
No estoy contra Israel ni a favor de Líbano. Musulmanes y judíos, ni musulmanes ni judíos.
Estoy contra este mundo de mierda en el que se consiente chapuza tras chapuza, en el que los problemas se tapan con y por dinero, en el que el fuerte hace lo que le da la gana y el débil quiere convertirse en el fuerte.
Estoy que me muero del asco.

No hay comentarios: