8 de abril de 2008

endurance


Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito.

28 hombres respondieron a este anuncio publicado por Sir Ernest Shackleton en la prensa británica para reclutar a quienes serían los miembros de su tripulación; su objetivo: intentar la primera travesía a pie de la Antártida.

La aventura de Shackleton y estos 28 hombres, entre los que se encontraba el fotógrafo Frank Hurley, se inició en agosto de 1914. Shackleton decidió llamar a su barco "Endurance" (Resistencia), casi como una premonición de lo que iban a tener que enfrentar.

El 18 de enero de 1915, a sólo 160 km de su objetivo, el Endurance quedó atrapado en el hielo. Allí permanecieron el barco y toda la tripulación durante nueve meses, alimentándose al principio de focas y pingüinos y, al final, de los cientos de perros de trineo que viajaban con ellos; realizando tareas de mantenimiento y deportivas para crear una rutina que evitara la desesperación de los hombres y esperando en todo momento que el hielo decidiera dejarles, por fin, un lugar de paso. Sin embargo, el hielo pudo más que el barco y, finalmente, la tripulación tuvo que abandonar el Endurance y seguir sobreviviendo en campamentos sobre el hielo; al primer campamento lo llamaron "Océano", en recuerdo quizás de su única esperanza de salida; al segundo, "Paciencia".

El 9 de abril de 1916, la tripulación decidió dejar el hielo y partir en varios botes hacia isla Elefante; 15 días después, siete hombres, incluidos Shackleton y Hurley, se embarcaron en el bote "James Caird" con rumbo a los centros balleneros de South Georgia dejando al resto de la tripulación en la isla. La travesía tenía pocas garantías de éxito, pero era la única opción de encontrar ayuda; de otro modo, nadie iba a ir jamás a buscarles: casi con toda seguridad, les daban por muertos.

A los 17 días, y tras recorrer más de 1.200 km , los cinco hombres llegaron a bordo del pequeño bote a South Georgia, consumando una hazaña increíble. Exhaustos, cruzaron aún así a pie la isla, llena de montañas y glaciares, en busca de alguna población en la que poder pedir ayuda.
Cuando les vieron aparecer, nadie se lo creía. Tardaron cuatro meses en conseguir regresar a por el restro de la tripulación. El 30 de agosto de 1916, cuando en Isla Elefante vieron aparecer el barco en el horizonte, ellos tampoco se lo creían.

La aventura había durado 22 meses.

De regreso a Gran Bretaña, varios miembros de la tripulación del Endurance se embarcaron en nuevas aventuras; otros se alistaron para luchar en la I Guerra Mundial. Y prácticamente ninguno habló durante el resto de su vida de su historia. Sin embargo, la aventura del Endurance se ha recogido en diversos libros y películas, y nos queda un archivo gráfico impresionante gracias a la labor de Hurley.

Información: Exposición "Atrapados en el hielo" Fundació Caixa Catalunya. Ayuntamiento de Zaragoza.
Foto: Frank Hurley. Royal Geographical Society.



5 comentarios:

interpreta-sones dijo...

es una historia impresionante, recuerdo algún documental sobre el tema, porque hay abundante material filmado de la aventura, y bueno, es alucinante. las ganas de vivir, hombres unidos como una piña, un capitán extraordinario, en fin... una maravilla!

Apuf dijo...

Lo de unidos, unidos... algún mal rollo parece ser que hubo. Pero, vamos, que en esas circunstancias es más que normal. Parece ser que a Hurley le aguantaban pocos por sus aires de superioridad (le llamaban El Príncipe) y había dos o tres más que tampoco caían muy allá (y que fue con los que Shackleton, muy listo él, decidió compartir refugio en los campamentos) Como anécdota te diré que cuando regresaron a Gran Bretaña se les concedió una medalla al mérito (o algo así) y Shackleton, a pesar de todo lo que habían pasado, decidió denegársela a dos de sus hombres: a uno por intentar un motín y a otro (y esto es más incomprensible) por haber caído en fuertes momentos de depresión. Eso sí que me parece pasarse... a esas alturas, dales la medalla a todos ¿no? Que bastante habían pasado ya... (al menos al depresivo, que en esas circunstancias está más que justificado)

Bercimuelles dijo...

Tres veces, tres, he visitado la exposición sobre Shackleton y los suyos. Muy muy recomendable. También es cierto que cada vez que entro a la Lonja me quedo agilipollao mirando sus columnas y techo y me cuesta centrarme... :)

Apuf dijo...

¡Claro, tú sí que la has podido ver! No había caído en que compartíamos ciudad... A mí la exposición me gustó muchísimo. La historia me impresionó ya de por sí, pero poder ver todas esas fotos, las caras de los que la vivieron... incluso imágenes en movimiento... eso le da más encanto todavía. Si algún zaragozano (o visitante) puede acercarse, que no se la pierda. Está en la Lonja hasta el 4 de mayo (y disfrutará también de la Lonja, por supuesto)

interpreta-sones dijo...

supongo que me quedé con la épica positiva de la historia únicamente. tengo que re-visionar, está claro, me apetece!!